viernes, 8 de abril de 2016

Ocurrencias infantiles que nos alegran la vida

Todos habremos sido testigos alguna vez de las ocurrencias que tienen algunos niños pequeños y que nos hacen literalmente morirnos de risa, o que nos dejan con la boca abierta porque no nos habíamos puesto a pensar cómo de sus cabecitas podían salir esos razonamientos y conclusiones.

Niña curiosa - Portriplepartida.blogspot.pe

Bueno, pues yo tengo una de esas niñas en casa. Es la segunda de mis hijas, que tiene 8 años, que desde pequeñita hacía unos comentarios tan graciosos que decidí anotarlos todos y algunas veces hasta los compartí en el Facebook para divertir a mis amistades.

Aquí los comparto en orden cronológico.

Ella tendría cerca de dos años, cuando un día se le escapó un pedito (gas) delante de su papá, y él dijo "Oops, y eso?", preguntó. Y ella muy suelta de huesos le respondió: "un carro roto".

Un sábado temprano en la mañana, ella, que no había cumplido aún 3 años, vino hacia mi cama mientras yo recién me despertaba, se paró al lado mío y me dijo muy seria: "Yo me llamo Ojos de Mar".
Yo me quedé sorprendida porque me sonó tan bonito y hasta poético ese "nombre" que ella se habia escogido, y además casualmente sus ojos son de color verde oscuro, y le dije: "Pero tu te llamas Michelle". Ella me respondió totalmente enfática: "No, Michelle es feo!".

Debo decir que ya no piensa que su nombre es feo, y ¡cuánto le divierte que le cuente esta anécdota!. 

Otro día estaba haciendo mimos a su papá y se dio cuenta del poco pelo que le quedaba en la coronilla de la cabeza, entonces le dio unas palmaditas ahí, y le dijo "falta agua". Con toda la lógica de sus tres años, ella comprendió que había que echar agua en la cabeza de su papá para que crecieran más pelos. Obviooo!

En otra ocasión, ella estaba pidiendo insistentemente a su hermana mayor que le prestara un juguetito que había encontrado, pero su hermana no se lo daba. Entonces totalmente frustrada, ella le espetó: "Voy a llamar al lobo para que te coma!".

Una de las ocurrencias más divertidas de mi hija se dio una tarde de verano, después del almuerzo. Estaba yo haciendo la sobremesa, y ella, de tres años y medio, de pronto me dijo: "¿Mami, cuánto falta para que sea señorita?. Totalmente sorprendida, le pregunté "Y por qué quieres ser señorita?". "Para tener plata, y que no me manden". Yo: PLOP!!

Otro día estaba ella, ya de cuatro años, muy impaciente esperando que fuera hora para ir al cine. Le había prometido ir a ver "Los Pitufos".

"Mamiiii, ¿cuánto falta para ver Los Pitufos?"
-"20 minutos".
-"¿Y cuánto falta para 20 minutos?"
-"20 minutos"
-"Pero cuááánto falta para 20 minutos!!"
-"15 minutos" (le dije por contestar cualquier cosa)
-"Y ¿cuánto es eso? mucho? o poco?"
-"Regular"
-Ah ya!. (y por fin me dejó tranquila, fiuu!).

En una oportunidad, estaba viendo la televisión una tarde, y me preguntó "Mami, ¿quién hace que la tele hable?" -Ahh, es que hay gente que ha inventado los dibujitos que tu ves en la tele" -"Y ¿por qué cuando veo atrás de la tele no hay nadie?".

Uno de sus cuentos favoritos era el de la Caperucita Roja, yo estaba contándoselo un día: "Entonces el lobo llegó a la casa de la abuelita y se la comió! luego se puso el camisón de la abuelita y se echó en su cama para esperar a Caperucita Roja". Ella me preguntó; "Entonces la abuelita estaba sin ropa? Sin pensar le respondí "seguramente...". Luego la escuché exclamar escandalizada: "Queé?? La abuelita estaba calata (desnuda) dentro de la barriga del lobo???" Y yo: "Ahh? que? ehh.. Nooo, lo que pasa es que el lobo se comió a la abuelita con ropa y todo, y luego busco en su cómoda y encontró otro camisón y se lo puso"."Ahhh", dijo ella aliviada, y yo fiuu!, pensé, qué buena salida se me ocurrió. 

En otra ocasión, cuando ella ya estaba cursando Pre-kinder en el colegio y faltaba un mes para que cumpliera 5 años, yo estaba revisando sus trabajos, y en una hoja, ví que su profesora había puesto que mi gorda consideraba que su fortaleza era ser honesta. Entonces le dije: "Ah, eres buena siendo honesta!", y ella muy segura de sí misma me respondió: "Si, porque cuando una amiga me cuenta un secreto, y otra quiere saber, yo le cuento el secreto". 

Y finalmente, una vez que habíamos ido de viaje, estábamos en un centro comercial y quise entrar a la tienda de Victoria Secret, Entré con mis dos hijas mayores y ví que había ropa interior en SALE, 3 panties por 10 dólares. Les pedí que me ayudaran a buscar y escoger, y entonces Michelle, que tenía 7 años, me dijo "Mami, por qué son tan bonitas (las panties) si nadie las va a ver". Recuperándome de la sorpresa, le dije "Ehhhh, es que yo las voy a ver", y ella "Ah", y no preguntó más, felizmente :)


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La cartita que me escribió en inglés por el día de la madre cuando estaba en primer grado.


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