jueves, 5 de mayo de 2016

Lengua de trapo

Recuerdo que cuando mi hija mayor estaba por cumplir 3 años, me pedía: "Mami, leto lita loja!". "Leto, lita, loja!". Obviamente solo yo podía entender lo que quería decirme. Y era: "Mami, cuento de la caperucita roja!".

Lenguaje de bebe


Mi hijita era un típico ejemplo de "lengua de trapo" tardío, porque casi tenía 3, cuando normalmente son bebés de entre un año y dos los que hablan así. Al año de edad mi hija apenas tenía unas 4 palabras como vocabulario, "mamá", "papá", "agua", "hola". Definitivamente demoró bastante en dominar el habla y articular el lenguaje, probablemente porque se criaba en un hogar bilingüe, en el que su papá, de habla inglesa, le hablaba en inglés, y su mamá en español.

Mi hija segunda fue todo lo contrario, a los 2 años era una lora. Pero sí recuerdo que cuando tenía entre un año y un año y medio de edad, yo difícilmente podía entenderle, y mi hija mayor hacía de traductora oficial. "¿Qué está diciendo? ¿Qué quiere?", le preguntaba. Y ella, "mami, quiere esto", o mami, no quiere tal cosa". Entonces, yo me preguntaba cómo es que yo no entiendo lo que la bebé quiere decirme, y su hermana le entiende todo! ¿Es que los niños pequeños tienen un sentido más agudo para entender el habla de los bebés?

Ahora que mi tercera hijita está en pleno desarrollo de su lenguaje, son sus hermanas mayores, las que me ayudan a descifrar qué quiere decirme. Pero a veces ni ellas pueden entenderle. El otro día, la bebé pedía "aquela!" "aquela!", aquela!". "¿Qué es aquela?", le preguntaba yo. "A-QUE-LA!!", me repetía ella con énfasis, como diciéndome: "No puedes entender, mamá? A-que-laaaa!".

Todos sus esfuerzos para hacerme entender qué era "aquela" fueron en vano. Más tarde ese día, vió el objeto que tanto pedía, y exclamó "aquela!" señalando una cartera de su muñeca. Creo que nunca le hubiera atinado.

La benjamina de la familia ha sido la que más demoró para hablar. Al año de edad no decía ni siquiera mamá. Luego, ya empezó a decirlo, pero fue su única palabra por varios meses. Su segunda palabra fue un sonido gutural que emitía sin abrir la boca. Me tomó varias semanas saber a qué se refería, justo cuando el sonidito gutural cambió a algo más verbal como "kun-kun". Y saben qué era "kun-kun"? Era Peppa Pig!!

La cerdita Peppa es su dibujo animado favorito y para ella Peppa era "kun-kun". Luego con los meses le empezó a llamar "ka-ke", después "Pipa", hasta que, después de cumplir los dos años, por fin ya pudo llamarla Peppa.

El año pasado cuando empezó el nido con un año y 5 meses, sus compañeritos de salón de aproximadamente la misma edad, ya se expresaban con palabras en lenguaje bebé, por ejemplo, "pato" por zapato, "pompón", por chupón, pero mi bebé no decía nada. Parecía muda.

Nunca me preocupé la verdad porque se notaba que entendía todo lo que decíamos, a pesar que no hablaba, y además su pediatra siempre fue convincente: "Tiene para hablar hasta los tres años, si no lo hace antes no es problema".

Cuando estaba a unos meses de cumplir dos años, empecé a sospechar que en realidad ella sí podía decir cosas, pero no quería! Un día que la recogí del nido, ella corrió hacia el jardín dirigiéndose a los columpios. "¿Quieres que te columpie?", le pregunté. Y me contestó "shi". "¿Qué dijiste? ¿Dijiste si?", yo estaba casi en shock!. Por fin, me decía un palabra, por más simple que fuera, aparte de mamá! Le pregunté muchas veces para que volviera a repetir "shi", pero no hubo manera que lo diga de nuevo.

Así fue como descubrí que mi gordita se estaba engriendo. Se hacía la bebé que no hablaba, cuando sí tenía cierta capacidad para expresarse. Bueno, es la bebé de la familia, debe ser por eso, así que paciencia, me dije.

A partir que cumplió dos años es que notamos que empezó a soltársele la lengua. Pero ha sido a partir de los dos años y medio que ha progresado muchísimo. Por ejemplo, ya dice "perro" (en realidad, "pedo") en vez de "guau guau", o "gato" en vez de "ñau ñau". Un día me sorprendió cuando le pregunté dónde estaba su nana, y me dijo clara y perfectamente: "No ha venido".

A sus dos años y siete meses está convertida en toda una lorita. Aunque ya casi no necesito ayuda para interpretar sus deseos o lo que quiere decirme, aún todavía habla como bebé en comparación de sus compañeros de nido, la mayoría de los cuales ya se expresan muy bien y se les entiende perfectamente.

Pero qué tierna se escucha mi peque cuando pronuncia todo con su lengua de trapo!. Será porque es la última de mis hijas que no tengo mucho interés en que ya hable como grande. Que se me quede chiquita el mayor tiempo posible!, que no crezca tan rápido!.

Aquí algunas de sus frases típicas:

"Mami, mía abol ande". (Traducción: "Mami, mira, un árbol grande")

"Mamá, lele abiga". (Mamá, me duele la barriga")

"Mamá, papá puja mí" ("Mamá, papá me empuja", cuando la llevaba en su coche)

"Gato ne cola" (El gato tiene cola)

"Quelo lete" ("Quiero leche")

"Quelo caca" (Quiero hacer pila o caca)

"Acoy, acoy!" (cantando "Libre soy, libre soy", la canción de la película "Frozen")

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